El mestizaje es una de las características de la mayoría de los países iberoamericanos, heredada -sin duda- de España y Portugal, que los descubrieron para Europa, los invadieron, los conquistaron, los anexionaron a sus Coronas y los colonizaron, y que también eran pueblos mestizos, como mestiza era también la propia Europa. Pero en Iberoamérica, a pesar de los muchos cruzamientos habidos entre los pueblos indígenas, los europeos, los negros africanos que fueron llevados como esclavos más tarde y los asiáticos, quedan en la actualidad aproximadamente 30 millones de personas que conservan la identidad cultural y social que tenían sus ascendientes antes de 1492. Ello hace que los países iberoamericanos tengan, en mayor o menor grado, una pluralidad cultural y social que debe tenerse en cuenta no sólo en lo que se refiere a la realidad política, económica, social y cultural de sus pueblos, sino también y muy principalmente en su futuro desarrollo como naciones y como conjunto de países que pueden constituir una Comunidad.