Después de la Guerra del Golfo la opinión pública perdió la confianza que tenía en los medios de comunicación. Crítica a los medios por exigir derechos sin admitir que se les interprete sobre sus deberes. En la televisión las vedettes del periodismo audiovisual se rehúsan a formular una mínima autocrítica sobre su conducta y responsabilidades. Subraya los peligros que la crisis de los medios ha generado: Connivencia (complicidad entre medios y fuentes a cambio del anonimato) e instrumentalización. La industria del periodismo-espectáculo enturbia la diferencia entre informador y publicista. El presentador alquila su rostro y su nombre a la fábrica de mitos.