Reconstruir el itinerario de viaje de algunos visitantes ilustres que desembarcaron en el puerto de Buenos Aires en las primeras décadas del siglo pasado, trazar sus rutas por la capital y otras ciudades argentinas, iluminar las afinidades y los encontronazos entre huéspedes y anfitriones constituyen algunos de los propósitos que animan este volumen. La intención cartográfica de Paula Bruno, responsable del proyecto, se concreta en una secuencia de doce planoscorrespondientes a cada uno de los análisis de los colaboradores-que dotan al lector de las coordenadas necesarias para ubicarse en el espacio urbano porteño y calibrar el alcance de los encuentros trasatlánticos que en él se producen. Gustavo H. Prado, en el capítulo "Rafael Altamira y su visita a la Argentina", si por un lado rastrea la vinculación entre el viaje del historiador alicantino y su deseo de promover con el país anfitrión la