La forma animal

La forma animal

¿Habla la animalidad de los animales? Deslizarse del sustantivo abstracto al plural acaso dé cuenta de la sorpresa experimentada ante la existencia (sensible, concreta, diversa) de esa multiplicidad de fuerzas en movimiento que llamamos “animales”. Los verbos animales (rumiar, reptar, bufar, volar)...

Guardado em:
Título traduzido: The Animal Form
Título da revista: Instantes y Azares. Escrituras Nietzscheanas
Autor: Jean-Christophe Bailly
Palavras chave:
Palavras chave traducidas:
Idioma: Espanhol
Ligação recurso: http://www.instantesyazares.com.ar/article/la-forma-animal/
Tipo de recurso: Artigo de revista
Fonte: Instantes y Azares. Escrituras Nietzscheanas; No 13 (Ano 2013).
Entidade editora: Instantes y Azares - Escrituras Nietzscheanas
Direitos de utilização: Reconocimiento - NoComercial - SinObraDerivada (by-nc-nd)
Matérias: Ciências Sociais e Humanidades --> Filosofia
Resumo: ¿Habla la animalidad de los animales? Deslizarse del sustantivo abstracto al plural acaso dé cuenta de la sorpresa experimentada ante la existencia (sensible, concreta, diversa) de esa multiplicidad de fuerzas en movimiento que llamamos “animales”. Los verbos animales (rumiar, reptar, bufar, volar) despliegan el fraseo infinito de las formas que “debaten” con el territorio su existencia finita, siempre en revisión. Si, siguiendo a Plotino, puede pensarse a cada animal como un pensamiento errante, entonces el mundo deviene una fábrica de lo sensible de la cual la animalidad sería el logos corporal. Pero si hay una reunión (legein), recopilación, ensamble o enjambre posible, no es ni en una categoría (la animalidad), ni en un principio (lo viviente), ni en un modo (el reparto), sino de acuerdo a las formas auto-engendradas que se esparcen y desaparecen como los fluidos, o los instantes.
Resumo traduzido: Does animality refer to animals? Sliding from the abstract noun to the plural may account for the surprise experienced in the presence of the (sensitive, concrete and varied) existence of the multiplicity of forces in motion that we call “animals”. Animal verbs (ruminate, slither, snort, fly) open out the infinite phrasing of the forms that “debate” with the territory their finite existence, always under review. If, according to Plotinus, each animal may be conceived as a wandering thought, then the world becomes a factory of the sensitive whose corporal logos would be animality. But if there is a possible gathering (legein), collection, assembly or swarm, is not under a category (animality), or a principle (the living), nor a mode (the sharing), but rather in accordance to the self-engendered forms that spread and disappear like fluids, or instants.